No dejo escapar las tres unidades

Sobre la base de la experiencia de sus jugadores, los de Maroñas pudieron quedarse con el duelo frente al conjunto del Pinar, en un partido dinámico y con mucho gol. A poco de comenzar, fueron los de las esquina del club de pesca quienes se pusieron arriba con gol de Armando Gómez. A partir de ese momento se recostaron más atrás esperando salir de contragolpe mientras que El Real se hizo de la posesión del balón. Si bien el equipo costero intentaba por ambos laterales, se le hizo muy difícil romper la línea defensiva del rival, que resistía sólidamente. Finalmente de pelota quieta llegó la igualdad. Facundo Simón ejecutó un tiro rastrero que se filtró por la barrera, colocando el esférico abajo contra el palo derecho. No dejando saborear el empate transitorio al rival, Hijos del Mar respondió rápidamente. Al minuto, una pelota larga para Fabián Otero, que con gran olfato goleador esperaba solo arriba, los volvió a poner en ventaja en el marcador. El nerviosismo y la imprecisión eran latentes en el conjunto rojiblanco por lo que Simón pidió tranquilidad a sus compañeros. En la segunda parte el equipo costero salió algo más calmado y transcurridos algunos minutos Víctor Rossi volvió a empatar el match. Lejos de sentirse incómodo, el equipo celeste y blanco empezó a hacer rodar el balón y distribuir mejor con pases sumamente certeros. No tardaría mucho en volver a cosechar. Un tiro libre de Otero al borde del área, inatajable para Christian Maag, volvía a ponerlos arriba. En el saque, un tremendo zapatazo por parte de Agustín Paradiso desde la mitad de la cancha, estableció otra vez la paridad en el marcador. El cotejo ahora era sumamente dinámico y emotivo, con dos insistiendo tras la búsqueda el tanto de la victoria. Marcos Mosteiro tuvo la chance de darlo vuelta con un cabezazo, pero el arquero de Hijos del Mar salió justo a cortar. Cuando parecía que el partido iba a culminar en tablas, Otero tuvo la última del partido y no desaprovechó. Recibió por el sector izquierdo y con gran jerarquía conectó un disparo cruzado, que esta vez sí significó el tanto del triunfo. Una victoria que si bien le costó muchísimo, ante un rival que nunca bajó los brazos ni dejo de insistir, supo mantener inalterablemente la calma.