El gladiador se queda con el choque de campeones

Con uno ostentando el título de campeón del Apertura de la A y el otro de la B sin dudarlo era el partido estelar de la noche, disputado a última hora. Un duelo entre dos conjuntos ambiciosos, que tienen el objetivo de ser protagonistas en este Clausura. El honor y el orgullo fueron algunos de los varios condimentos que tuvo un juego plagado de nerviosismo. El respeto mutuo era latente. Una vez que la pelota comenzó a rodar ambos contendientes se estudiaron, enfocándose principalmente en contener el avance rival, acatando sus respectivas posiciones y siendo muy cautos de no sacrificar el fondo en los momentos de ataque. Como resultado el trámite del partido fue entrecortado, muy disputado en la mitad y con pocas chances claras de gol para cada lado, un tiro libre estrellado en el travesaño para Arienzo y un remate que se fue apenas afuera para Invictus. Acercándose al fin de la primera parte el gladiador se puso arriba utilizando un arma recurrente, el saque de banda. La pelota quedó boyando en el área para que Felipe Garbuyo la mandara adentro. Antes del descanso Javier Alegresa buscó en varias oportunidades la igualdad para el verdiblanco pero el marcador no se movió.

En el complemento Arienzo salió apresuradamente detrás del empate, pero Invictus parado algunos metros más atrás contuvo correctamente a sus delanteros sin conceder prácticamente espacios. Pero después, un tremendo bombazo desde mitad de cancha por parte de Gonzalo Casanova, el portero Franco Russo dio rebote, apareciendo Francisco Della Santa para conseguir igualar transitoriamente. Ahora con mayor confianza los de Malvín se focalizaron en dar vuelta el resultado mientras que los de casaca azul se mantuvieron protegiendo a la espera de la primera oportunidad de contraataque. En ese momento sucedió la atajada del partido, cuando Santiago Sica descargo un misil al área haciendo volar por los aires a Russo quien notablemente restó al córner. Sin dudas fue la atajada del partido ya que si esa pelota entraba el destino del encuentro hubiera sido otro. Faltando pocos minutos para el final, cuando parecía que la remontada era inminente, Invictus blandió la gladia y en otro saque de lateral encontró el gol y volvió a ponerse arriba. Pedro Bárbaro aprovechó que dos zagueros de Arienzo chocaron entre sí al intentar despejar para enviarla dentro de la meta de los de Malvín. Enseguida los de casaca azul dieron el golpe de gracia, ya que el campeón de la A se vio obligado a apostar al todo o nada y sacrificó el fondo. Así se originó la notable jugada de Juan Martín Crespo quien trepó por el carril izquierdo y evadió a su marcador para culminar asistiendo al medio a Gastón Barriel quien convirtió el tercero liquidándolo en el final. Una victoria enorme para el conjunto de Invictus que sigue a paso arrollador en el Clausura.